GIJÓN, TURISMO TODO EL AÑO

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Imagine una ciudad con historia milenaria, donde cada calle parece tener vida propia, donde cada rincón es un mudo testigo de un sinfín de acontecimientos que poco a poco han ido moldeando la actual metrópolis.
Conozca la Gijón rural, la histórica, la marinera, la gastronómica, la industrial y por supuesto, la turística. Dueña de una fisonomía bellísima, muchos son los motivos que animan a acercarse hasta ella. En este reportaje le exponemos algunos. El resto, le invitamos a descubrirlos ´in situ´.

Gijón se encuentra situada a la orilla del Cantábrico, entre el cabo Torres y la punta del Cervigón, y entre la península de Santa Catalina y la bahía de Gijón o de San Lorenzo. Los primeros registros de asentamientos humanos datan del s. V a. C en la Campa Torres, donde los Cilúrnigos fundaron el poblado denominado Noega. Tras la conquista Romana surgió Gigia, en el cerro de Santa Catalina, en el siglo I a C. Protegida por la muralla, la ciudad medieval fue creciendo hacia el puerto y en el s. XVIII se convirtió en la principal capital marítima de Asturias.

Gijón ciudad de esculturas y museos

Emplazadas en espacios públicos, las obras escultóricas comienzan a proliferar en la última década del siglo XIX. El parque Isabel la Católica, creado en los años 50, acogió un número significativo de dichas obras que, en su mayoría, hacen referencia a ilustres gijoneses entre los que destacan los pintores Evaristo Valle y Nicanor Piñole (de Manuel Álvarez Laviada), el industrial Romualdo Alvargonzález (de Gerardo Zaragoza), y el monumento a Fleming (primero en el mundo dedicado al descubridor de la penicilina), etc.

Una buena opción para conocer la actual Gijón es recorrer algunos de sus museos. Los orígenes de la villa los encontrará reflejados en museos arqueológicos como el Museo de las Termas Romanas de Campo Valdés, el Parque Arqueológico Natural de la Campa Torres y el Centro de Interpretación de la Torre del Reloj. Todos ellos son museos de sitio, es decir, se ubican sobre o en el entorno de restos arqueológicos conservados. En realidad, toda la ciudad es un gran museo al aire libre, ya que en cada esquina existen referentes directos de la historia de Gijón en un perfecto estado de conservación.

Casco antiguo
El casco antiguo de Gijón, llamado Cimadevilla, es un claro ejemplo de lo que hablamos. Desde la fundación Romana, los conflictos medievales, la creación del puerto, las obras de Jovellanos o los inicios de la ciudad industrial, a modo de un gran libro, las calles de este barrio, son como páginas que van contándonos y mostrándonos hechos y lugares que hacen clara referencia a los momentos mas destacables de la historia de la ciudad.
Un buen inicio para un breve recorrido por el casco antiguo de Gijón podría ser la Iglesia Mayor de San Pedro, de origen gótico, reconstruida en la década de los cuarenta. Durante muchos años fue la única iglesia de la villa.
Muy cerca, casi en el subsuelo, se encuentran las Termas Romanas, hoy convertidas en Museo Municipal. Allí un interesante vídeo y una serie de pantallas nos ofrecen una visión completa del conjunto termal y del Gijón de antaño.
En la misma zona es posible visitar un típico Palacio Asturiano, el Palacio Valdés, construido en 1570, y que da nombre a la zona. Éste, unido a la Iglesia y las Termas, conforman un circuito de fácil acceso y de gran interés.
Otro verdadero icono en la ciudad es la Casa natal de Jovellanos, palacio del siglo XV convertido desde 1971 en un museo lleno de recuerdos de quien allí nació y se convirtió en una de las personalidades más importantes de Gijón, Baltasar Melchor Gaspar María de Jovellanos.

La ciudad marinera
Estamos en una ciudad que para nada da la espalda al mar. Si de los magníficos campos brotan las mejores manzanas que dan vida a la famosísima sidra asturiana, el mar es, sin duda, el gran protagonista del pasado y presente de Gijón. Ciudad marítima por excelencia, está considerada Estación Náutica de la Costa Verde. Por otro lado, la situación geográfica y estratégica de su puerto deportivo es la clave de su éxito. Es por ello que ya en el año 1772, el capitán de navío don Diego Guiral emitió un informe al Consejo de Castilla calificando el lugar conocido como El Musel, en el extremo oeste del semicírculo que forma la concha, como el mejor emplazamiento para un fondeadero, al abrigo del cabo de Torres. Hoy, el Puerto Deportivo de Gijón se ha consolidado como uno de los mejores de su categoría a nivel nacional e internacional. Actualmente, las instalaciones constan de cuatro partes diferenciadas: el puerto deportivo, una zona de astilleros en la que se asientan diversas empresas privadas de construcción y reparación de buques, el puerto comercial del Musel y el conjunto de almacenamiento y distribución del Valle de Aboño. Jardín Botánico Atlántico De reciente creación, el Jardín Botánico Atlántico constituye uno de los proyectos españoles más destacables de los últimos años debido a su importancia ecológica y cultural. Ubicado en la carretera N -632, en las inmediaciones del campus universitario, dispone de parking propio además de múltiples líneas de autobuses urbanos que le permitirán un fácil acceso al recinto. Regalarse un paseo por este jardín es una experiencia verdaderamente enriquecedora, sobre todo si decide hacerlo en compañía de algunos de los experimentados guías. La visita puede realizarse de forma ordenada gracias a la existencia de un itinerario perfectamente señalizado cuya función es guiar al viajero por cuatro zonas muy bien diferenciadas donde podrá conocer las distintas especies de vegetales que habitan nuestro planeta. Este espacio ofrece también la posibilidad de aprender las diversas técnicas del tratado de diferentes materias primas que se usaban en la Asturias de antaño, gracias a las estupendas recreaciones que posee el jardín. Una experiencia que sin duda le ayudará a entender mejor el pasado y presente de la agricultura asturiana.

Joya gastronómica
Orgullosa de sí misma, la cocina asturiana está integrada por una inmensa variedad de platos cuya desmesurada exquisitez convence a los paladares más sibaritas. En esta tierra asturiana el viajero podrá degustar verdaderos manjares como la caldereta marinera o los sabrosos pescados del Cantábrico cocinados a la sidra, protagonistas indiscutibles de las mesas junto a los deliciosos frutos que emergen del mar.
Capítulo aparte merece la popular sidra asturiana. Existen quienes aseguran que ya era conocida en la antigüedad por los hebreos, los egipcios y los griegos. Lo cierto es que hoy en día esta bebida goza de fama internacional.
En la elaboración de la "reina de las bebidas asturianas" intervienen exclusivamente manzanas comprendidas entre una serie de variedades predeterminadas. La sidra asturiana es, sin duda, una de esas bebidas que cumplen una función social muy importante. No en vano, está presente en cada casa, en cada fiesta, en cada reunión... la sidra asturiana es el orgullo de una comunidad que nos la ofrece con mucho respeto y cariño, fruto de la profesionalidad de las personas que la han hecho posible, desde el que recoge la manzana con la que se elabora hasta el que la sirve.

Estamos frente a una ciudad que siente, vive y disfruta el turismo de una manera muy particular, y eso se nota en cada rincón. Sus calles, su paseo marítimo, las bodegas, las tabernas, su entorno y sobre todo su gente, convierten a Gijón en esa clase de destinos idóneos para visitar una y otra vez tanto en verano como en invierno. Si algo está muy claro es que en Gijón se hace turismo, ¡todo el año!.